jueves, 7 de octubre de 2010

El humo, el blanco, el negro, un cigarro, pero sobre todo... el gris.
Varias tonalidades de grises que me ayudan a alejarme de la oscuridad y acercarme a la luz, porque el negro no existe,
y si existe no es para mí,
blanco, gris, gris, humo...
Mucho humo, y tras él te escapas sin saber muy bien si te volveré a ver
Si alguna vez volverá a ser como antes, o si por el contrario es hora de apagar el cigarrilo.
Encender otro nuevo,
y volver a empezar

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